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viernes, 18 de mayo de 2018

Si me buscan, no me van a encontrar...



Si me buscan, no me van a encontrar.
Si me encuentran, ese no soy yo.
Soy otro. Soy ajeno.
No soy el de antes:
Me han cambiado.
Ya no me huelen las flores a cal.
Ya el 
mar no me es indiferente.
Ya ignoro la vida consciente y
ya no reduzco mi vida a existir.
Para mí esta ciudad no tiene alma
o te llevaste mi alma en tus bolsillos.
Tal vez mi alma tampoco es la misma,
me la han cambiado.
Tal vez anda suelta y loca por correr sin destino,
por salir del cartón pueril protocolario,
por juntar piedras en el río
y hacer con ellas un caminito
en el que podás seguir,
sin pasos extraviados,
mi rastro infantil
y mi andar inadaptado.
Ya no tengo estabilidad:
¡Bendita inestabilidad!
Fue sacudido mi ser damnificado
y lo que queda de mí
ya no es más mío.
Si me buscan, no me van a encontrar.
Si me encuentran, ese no soy yo.
Soy otro. Soy ajeno.
No soy el de antes:
Ya no estoy.

miércoles, 9 de mayo de 2018

Oscuro


Cuántas calles de noche
en esta ciudad de plástico.
Cuántas palabras de marfil
sobre crepúsculos en gramas.
Cuántas miradas entretejidas
por horas entre versos y guitarras.
Cuántos silencios de mar
bajo el cielo tétrico nublado.
No hay peor amor que el que se queda en intención;
en la vaga ilusión de cambiar
lo que no pudo haber sido.
Soy un cúmulo de errores
marcados por las rimas poéticas
de memorias en carne viva.
Fuiste mi amor de verano en el invierno
y hoy estoy cantando el otoño en plena primavera.
Hoy te vas y al retorno volvés a tu casa,
a tu sol, a tus aires y tus amores.
Yo hoy me quedo aquí sin mis lunas,
sin mis mares, sin mis versos y sin vos.

miércoles, 1 de febrero de 2017

Para un cometa llamado Diana:


Ella no camina, ella danza;
ella adorna los cielos con sus giros y extasía a los humanos con su misterio,
ella es fuente de sagrados improperios y alumbra el espacio con sus respiros.
Ella vuela, ella levita;
ella infunde luz con su cabellera y derrama esencias por donde pisa,
ella inspira versos con su sonrisa y es capaz de captar la atención de cualquiera.
Ella no es como vos o como yo;
ella es serenidad y ruptura,
ella es incomprensión y hermosura, es vitalidad galáctica.
Ella viaja en el tiempo y en el espacio,
ella irrumpe con lo tradicional y lo sacro.
Ella encaja en la naturaleza artística y desafía todas las leyes de la física,
ella es canto, ella es cuento, es un cometa en el firmamento.
Ella sueña en verso y crea en rima, le da nombre a diosas de la mitología,
ella personifica el movimiento y le da sentido a la energía,
ella es luz, calor, distancia y armonía.
Ella produce escenarios impresionantes y da vida a las estrellas fugaces,
ella es a la vez  impredecible y constante,
no se sabe exactamente hacia dónde va, ni de dónde viene,
dónde nace, ni dónde muere.


Pedro S. Fonseca H.


domingo, 21 de febrero de 2016

Versos y pensamientos vagos...

La paz que respiro cuando duermo
se asemeja únicamente a la paz que de tu mirada se expande
cuando se encuentra con la mía.
La seguridad con la que me despierto
se parece a la certeza de mi alma
cuando tengo el calor de tu abrazo
en la noche fría de mi incertidumbre.
Más la caricia de tu ser
cuando de tu boca se desprende un te quiero,
frente a la neblina invernal
de mi corazón decepcionado...
No es posesión, no es secuestro, no es prisión, no es clandestino;
es ese desatino infantil de quererte siempre y para siempre,
es agradecerle a la vida de vivir y personificar un sentimiento,
es reír por dentro y bailar ante tu encuentro,
es vivir con vos y crecer yo en vos y vos en mí.
Ni vos, ni yo sabemos muy bien adónde vamos,
pero sabemos con firmeza de dónde venimos;
ni vos, ni yo por lo pronto lo decimos,
pero sabemos realmente en qué confiamos.
La vida se encarga de que encontremos
lo que quizá ni buscamos,
pero qué encuentro más sublime
que el de la plenitud y la felicidad que anhelamos.
Si hubiese un resumen de lo que gestamos,
dijese que lo nuestro es una canción;
una magistral rapsodia de movimientos sutiles,
entre altos y bajos, entre canto, armonía y son;
de composición inspirada y a veces hasta mal lograda,
de compases magistrales, de ensayo y error.

El autor

domingo, 15 de noviembre de 2015

Versos y pensamientos vagos...



Le confieso que no hay gesto más sublime que su cómplice mirada cuando nadie nos ve y sepa usted que uno de los más apreciados detalles que puede hacerme es llamarme por mi nombre.


Soy inerte, inconsistente, inacabado e inconsciente, soy muchas cosas. Soy incesante, ni tan inteligente, ni tan interesante, pero muy insistente, sobre todo cuando encuentro lo que quiero y, aún más, lo que necesito.


¿Cómo le digo que la medida de mi tiempo es directamente proporcional a las veces en que le tengo? No me importa que no me hable, me basta con saber que usted no deja de pensar en mí. Pero, ¿será que vale tanto la pena esperar? Por usted yo soy capaz de hacer no sólo lo que no puedo, sino de hacer lo que no quiero...

domingo, 18 de octubre de 2015

Y qué...

No sé qué tiene la vida
y qué tengo yo, que
vivirla no puedo.
Qué tiene el cielo
y qué tienen tus ojos
que cambian de color cada vez que los veo.
Qué tiene la lluvia
y qué tiene mi lágrima
que no paran de caer.
Qué tiene la música
y qué tiene el recuerdo
que me acercan a vos y me alejan de mí.
Qué tiene el azahar
y qué tiene tu perfume
que distraen mis pensares y sentidos.
Qué tiene la certeza
y qué tiene tu sonrisa
que disipa y ahuyenta mi melancolía.
Qué tiene la gaviota
y qué tiene tu palabra
que exacerba mi deseo de tenerte.
Mi deseo, sí, mi deseo
porque solamente se anhela
aquello que no se tiene y que tal vez,
solo tal vez, se ha tenido.
¿Cómo se hace para ser
si no sé qué hacer
cuando sos y hacés sin mí?
Que mientras no seas
y no hagas conmigo,
soñaré buscando el siendo.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

El alma que no sabe lo que busca

¿Dónde, cuándo y cómo va el alma?
¿Y por qué va?, dice el desasosiego,
que sumergido en penas, adolorido y sin calma,
recorre el perímetro vacío de tiempo.

Tiempo, ¿quién dijo tiempo?
El reloj se oculta en la penumbra de las horas,
se entristece el día en el calor del viento
y la sangre brota sobre la tarde que llora.

Y a pesar de la calidez del sueño
la impaciencia apremia
y el anhelo clama.

Las golondrinas vuelan
sobre el cielo en llamas
de pensamientos ruines y heridas sin cama.

El autor.