lunes, 21 de noviembre de 2016

Memorias del pensadero: Elecciones 2006

Todavía recuerdo las elecciones en el 2006, cursaba el primer año del bachillerato y corría todos los días del Colegio a casa para lograr ver el noticiero de la 1:00 pm. Las elecciones se las disputaban un FSLN fortalecido por el dichoso pacto y una oposición dividida entre un ALN que, para entonces, constituía la mayor fuerza de oposición, un MRS debilitado por la muerte del candidato preferido (Herty Lewites), el PLC y otras organizaciones menos conocidas. Durante los recesos en el Colegio, incitaba a largas tertulias y debates entre mis compañeros sobre las elecciones, me encantaba saber lo que opinaban y hacia dónde apuntaban sus juicios. Para ese tiempo, yo todavía no votaba, pero no me perdía los noticieros, las encuestas y los detalles más relevantes de las propuestas presidenciales.

Tanto era mi afán, que la profesora de Ciencias Naturales me amonestó por llevar una pulsera anaranjada con las letras impresas “MRS” y me catalogó, exagerando, de “proselitista político”. Estaba tan maravillado por mis primeras elecciones conscientes (tenía 12 años), que sonsaqué a mi mamá para que me llevase a la reunión de campaña en la que cantaría el candidato a vicepresidente por aquel partido, Carlos Mejía Godoy. Para mí, era toda una fiesta y, curiosamente, yo no incitaba a nadie a votar por ningún partido, simplemente recomendaba razonar muy bien el voto.

También recuerdo que nunca me perdía aquella sátira política titulada “Los hulosos” que presentaban al final del noticiero estelar. Consistía en una representación de los candidatos políticos de aquel año y de los personajes más influyentes en aquellas elecciones utilizando máscaras hechas de hule. De ahí, supongo, su nombre “Los hulosos”. El impacto  de este programa en la sociedad nicaragüense fue tal, que muchos de los apodos que utilizaban para denominar a los personajes, todavía se utilizan para referirse a los políticos: El ratón, La Chamuca, El Bachi, etcétera.

En ese año logré descubrir ese elemento pasionario que tiene la Política. Yo estaba extasiado. Quería incidir en mi país, tenía la ilusión de saber que a través de los procesos políticos se pueden generar impactos positivos tangibles en la sociedad, quería que mis opiniones y mis demandas fuesen escuchadas, deseaba con todas las ganas andar de campaña en campaña escuchando las necesidades de nuestra gente tan empobrecida y, por supuesto, anhelaba votar.

Diez años después, me encuentro con las mismas caras hulosas en el poder, habiendo tanta gente joven capaz, con ideas innovadoras y con valores intrínsecos. Me encuentro decepcionado porque tiene muy poco sentido votar y mucho menos incitar a la gente a formar parte de una jugarreta electoral. Y eso no es todo lo preocupante, ¿qué vamos a hacer como sociedad con tantos niños y jóvenes que ansían votar y ser parte de un sistema político funcional? ¿Cómo vamos a hacer con esa pasión de generar cambios a través de la política? ¿Estamos cultivando esa pasión?

“Los buenos ciudadanos no nacen, se hacen.” (Spinoza) Y como nicaragüenses aún nos falta muchísimo por hacer para crear ciudadanos conscientes y empoderados. Es impresionante ver cómo indigna más una restricción de bebidas alcohólicas por ley seca, que el pisoteo de nuestros derechos políticos con el manoseo de nuestros votos y la perpetuación de personas corruptas en el poder.