Ricardo Siri Liniers, historietista argentino |
Enriqueta es una de las protagonistas de
las caricaturas del genio argentino Liniers, quien con su infancia, astucia ingenua
y gustos extraordinarios, nos maravilla con sus pensamientos y con sus
vivencias diarias cargadas de sencillos, pero grandes mensajes para la vida.
Ésta imagen me pareció particularmente
especial por el deseo de Enriqueta. Después de haber escalado un árbol, quizá
con muchas dificultades, quizá después de varios intentos y con mil miedos y
congojas, logró descubrir un nuevo mundo, explorar nuevos lugares y, sobre
todo, nuevas sensaciones. ¿Qué más valioso en esta vida tan corta que hacer las
cosas por primera vez?
Colón murió en la ignorancia de haber
descubierto un nuevo mundo, pero murió satisfecho por haber descubierto una nueva
ruta comercial. Newton descubrió la Ley de la gravedad. Bach incursionó en el
mundo de la música, transformándola históricamente. En fin, ni vos ni yo somos
Bach o Newton, pero también hemos disfrutado de hacer cosas por primera vez.
La primera vez que decimos “papá” o “mamá”,
la primera vez que logramos andar en bicicleta sin las rueditas de precaución,
la primera vez que aprobamos una clase con cien, la primera vez que damos un
beso o la primera vez que la vida nos lleva a una oficina para empezar una
carrera laboral.
La primera vez que ganamos algo, la
primera vez que nos dan un cheque como salario, la primera vez que recibimos la
noticia de que seremos papás, la primera vez que perdemos o fracasamos.
O la primera vez invaluable en que admiramos
en primera fila todo lo anterior, pero vivido por nuestros hijos. La vida es
una constante repetición de primeras veces que traen consigo nuevas
sensaciones, nuevas mariposas en el estómago o nuevos nudos en la garganta.
Para experimentar nuevas cosas no existe
fecha de jubilación. No hay mejor vida que la que te permite probar nuevas
experiencias a menudo, nuevos árboles que escalar, nuevos paisajes luminosos
que degustar desde las cúspides de esos árboles, y, más que eso, personas
invaluables que te acompañen en esas expediciones.
Enriqueta tiene a Fellini (el gato
travieso y leal, compañero de vivencias) quien con sus invenciones ameniza sus
días y ameniza los días de quienes vemos sus caricaturas. Son un complemento,
una ecuación perfecta.
No me resta más que unirme al coro de
Enriqueta y pedir una vida llena de hacer cosas por primera vez.
El autor
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